Estaba claro que Farinelli ahora tendría que salir de España,
aunque le no prohibieron una pensión abundante del estado. Él se retiró a
Bolonia, en donde como 1732 él había adquirido tan hace tiempo una
característica y una ciudadanía. Aunque ricos y aún famoso, feted mucho por las
personas notables locales y visitado por las figuras tales de la persona
notable como Burney, Mozart y Casanova, él era solo en su vejez, sobreviviendo
a muchos de sus amigos y colegas anteriores. Un amigo distinguido de sus últimos
años era el historiador de la música, Giovanni Battista (conocido como “Padre”)
Martini. Él también continuó su correspondencia con Metastasio, poeta de la
corte en Viena, muriendo algunos meses después de él. En la suya la voluntad,
Farinelli preguntó que lo entierren en la capa de la orden de Calatrava, y
estaba interred en el cementerio del monasterio de Capuchin de Papá Noel Croce
en Bolonia. Su estado incluyó los regalos de derechos, una colección grande de
pinturas incluyendo trabajos cerca Velázquez, Murillo y Jusepe de Ribera, así
como los retratos de sus patrón reales, y varios de ese, uno de su amigo Jacopo
Amigoni. Él también tenía una colección de los instrumentos del teclado en los
cuales él tomó gran placer, especialmente un piano hecho en Florencia en 1730, y
violines cerca Stradivarius y Amati.
Su lugar original del entierro fue destruido durante las
guerras Napoleonic, y en la grande-sobrina 1810 de Farinelli Maria Carlotta
Pisani tenía su restos transferido al cementerio del La Certosa en Bolonia.
Heredero inmediato de Farinelli, su sobrino Matteo Pisani, quien vendió la casa
de Farinelli en 1798. (Se convirtió en más adelante las jefaturas de una
fábrica del azúcar, y fue demolido en 1949). Maria Carlotta legó muchas de las letras de Farinelli
a la biblioteca de la universidad de Bolonia y fue enterrada en el mismo
sepulcro que Farinelli en 1850.