En 1725, Farinelli se presentó en Viena, y en Venecia el
año siguiente, regresando a Nápoles
poco después. Cantó en Milán en
1726, también visitó Parma y Milano, donde Johann Joachim Quantz lo
oyó y escribió una crítica buena:
Farinelli
tenía una voz de soprano penetrante, completa, rica, luminosa y bien modulada,
con un rango en ese momento desde La debajo de Do medio a Re tres octavas por
encima de Do medio... Su entonación era pura, su vibración maravillosa, su
control de la respiración extraordinario y su garganta muy ágil, por lo que
cantó los intervalos más amplios rápidamente y con la mayor de las facilidades
y seguridad. Los pasajes de la obra y todo tipo de melismas no representaron
dificultades para él. En la invención de ornamentación libre en el adagio fue
muy fértil.
Farinelli cantó en Bolonia
en 1727. Fue allí donde conoció al cantante Antonio Maria Bernacchi (quince
años mayor que Farinelli), a quien debió mucho de su instrucción. Con un éxito
y fama creciente, Farinelli se presentó en casi todas las grandes ciudades de
Italia. En 1728 Farinelli cantó Torri Nicomede en la corte de Munich y realizado otro concierto antes
del emperador en Viena. En 1729, durante la estación del carnaval en Venecia,
él cantó en dos trabajos de Metastasio: como Arbace en Metastasio. Regresó una
tercera vez a Viena en 1731.
En Londres.
Farinelli modificó su estilo, según se dice, bajo el consejo
de Carlos VI, desde una mera bravura de la escuela de Porpora a una de
patetismo y simplicidad. Visitó Londres en 1734, arribando a tiempo
para prestar su poderoso apoyo a la facción que en oposición a Händel había
montado una ópera rival con Porpora como compositor y Senesino como cantante
principal. Ni siquiera la ayuda de Farinelli pudo hacer que tuviera éxito.
Su primera aparición en el teatro Lincoln's Inn Fields fue
con Artaserse, de la que gran parte de la música era de su hermano, Riccardo
Broschi. Su éxito fue instantáneo. Federico, Príncipe de Gales y la corte lo
llenaron de favores y regalos.
En España.
Tras pasar tres años en Inglaterra, Farinelli partió para España, quedándose antes algunos meses
en Francia, donde cantó ante Luis XV de Francia. En España, donde sólo tenía
planeado quedarse unos meses, terminó viviendo casi 25 años. Su voz, empleada
por la reina para curar al rey FELIPE V, el primer Borbón, de su depresión
melancólica, le ganó tanta influencia con Felipe V que éste no sólo acabaría
dándole poder. Estaba secretamente enamorado de una chica de la nobleza.
Farinelli no sólo cantó, sino que también tocó instrumentos
musicales con teclado y la viola d'amore. Ocasionalmente compuso, escribió el
texto y la música de un adiós a Londres y un aria para Fernando VI, así como
sonatas en órganos.
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